ALMERÍA.
Codenaf alerta de que la crisis no parará el «efecto llamada» y habrá más «tragedias»
La asociación de inmigrantes para la Cooperación y Desarrollo con el Norte de África (Codenaf), alertó de que «habrá tragedias humanas» de inmigrantes que desean alcanzar las costas españolas, ya que, según explicó el presidente de la asociación en Almería, Mohamed Bentrika, a pesar de la crisis económica y el alto porcentaje de paro en las filas del colectivo inmigrante, «parece que el efecto llamada aún cala al otro lado del estrecho, como la última oleada de pateras que han alcanzado la costa almeriense».
Bentrika manifestó que, según pudo observar en informaciones aparecidas en periódicos marroquíes, organismos como el Fondo Monetario Internacional indican que los países europeos, entre ellos España, «necesitan más de 150.000 inmigrantes anuales para mantener su economía y compensar el envejecimiento en el futuro».
Según el presidente de Codenaf, «esto lo venden muy bien las mafias para atraer más candidatos a la inmigración clandestina y poner más pateras y cayucos, por lo que hay que llevar a estos traficantes ante la ley, ya que están cometiendo un crimen contra la humanidad», según expresó.
Respecto a las cinco pateras que llegaron el jueves a Almería viajaban 92 personas entre las cuales cinco eran menores y del total seis eran mujeres. Todos llegaron en aparente estado de salud, salvo una mujer que fue trasladada al centro de salud, según informó Cruz Roja de Almería en una nota informativa.
La asociación de inmigrantes para la Cooperación y Desarrollo con el Norte de África (Codenaf), alertó de que «habrá tragedias humanas» de inmigrantes que desean alcanzar las costas españolas, ya que, según explicó el presidente de la asociación en Almería, Mohamed Bentrika, a pesar de la crisis económica y el alto porcentaje de paro en las filas del colectivo inmigrante, «parece que el efecto llamada aún cala al otro lado del estrecho, como la última oleada de pateras que han alcanzado la costa almeriense».
Bentrika manifestó que, según pudo observar en informaciones aparecidas en periódicos marroquíes, organismos como el Fondo Monetario Internacional indican que los países europeos, entre ellos España, «necesitan más de 150.000 inmigrantes anuales para mantener su economía y compensar el envejecimiento en el futuro».
Según el presidente de Codenaf, «esto lo venden muy bien las mafias para atraer más candidatos a la inmigración clandestina y poner más pateras y cayucos, por lo que hay que llevar a estos traficantes ante la ley, ya que están cometiendo un crimen contra la humanidad», según expresó.
Respecto a las cinco pateras que llegaron el jueves a Almería viajaban 92 personas entre las cuales cinco eran menores y del total seis eran mujeres. Todos llegaron en aparente estado de salud, salvo una mujer que fue trasladada al centro de salud, según informó Cruz Roja de Almería en una nota informativa.
Hasta ahí la prensa.
Lo que dice Bentrika no es nuevo, al contrario es “asunto viejo”. Pero es que además Bentrika, ciudadano con DNI español ordeñador de subvenciones que pagan los españoles, es a la vez también marroquí, y según algunas fuentes relacionado con determinados servicios, no pide responsabilidades al gobierno marroquí (faltaría mas), un gobierno que no hace absolutamente nada por impedir la salida de pateras y que por tanto sea penalmente imputable en el TPI por colaborar en crímenes contra la humanidad.
A Marruecos y a Bentrika, en realidad lo que les interesa es, a tenor de su discurso, por un lado que sigan llegando las subvenciones para el sultán, y por otro viene a decirnos que abramos fronteras y que entren directamente por que necesitamos 150 mil inmigrantes más. Mientras tanto en España hay 4 millones de parados y 4 millones de inmigrantes ¿como se entiende eso? Muy sencillo: al capitalismo, a los explotadores, a los oenegetas profesionales y a los políticos apoltronados, solo les interesa que haya poco trabajo, mucha gente en el paro para apretar mas la correa, que se trabaje por menos dinero, mas horas y poder unos seguir llenado las arcas y otros conservar la poltrona y como no, llenar también sus arcas.
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