lunes, 18 de mayo de 2009

¡EL RACISMO! ¡EL RACISMO!



Piden 5 años de cárcel por agresión y amenazas al chófer del autobús.
El acusado alega legítima defensa ante los "insultos racistas" en su contra.

Un joven, de origen magrebí y nacionalidad española, se enfrenta a una petición fiscal de cinco años de prisión por un presunto delito de amenazas, lesiones y resistencia contra el chófer de un autobús urbano de la capital.

Los hechos se remontan a la feria del año 2007, cuando, según el relato del conductor, "un individuo subió al autobús por la puerta de atrás, comenzó a intimidar a los demás usuarios y arrancó todos los carteles informativos que había expuestos en el interior" momento en el que, según aseguró ante el titular del Juzgado de lo Penal número dos de Almería, "le llamé la atención indicándole que debía comportarse y respetar a los demás".

La víctima y dos testigos aseguraron que el joven, "en actitud nerviosa y agresiva", comenzó a golpear al chófer y que, en cuestión de segundos, pidió a su acompañante una navaja con la que "se dirigió hacia el conductor con el afán de clavársela". "El puñal cayó al suelo durante el forcejeo y con el pie lo alejé hasta el habitáculo del piloto", aseguró la víctima, a la vez que indicó que "fue en ese momento cuando el agresor pidió a su compañera una pistola".

El acusado asegura que su agresión fue "en defensa propia" ya que el chófer le había insultado de forma "racista". También declaró que "en ningún momento fui a agredir al conductor con la navaja", pues "simplemente se cayó del bolsillo y estaba cerrada".

Los agentes, que también declararon ante el juez, corroboraron la versión del denunciante y manifestaron que incluso ellos mismos también fueron amenazados por el agresor durante la detención y en el trayecto hasta la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía, donde se realizaron las correspondientes diligencias.

El chófer se recupera ahora de las graves lesiones y secuelas que le quedaron a consecuencia de la paliza. Pasó dos días ingresado en Torrecárdenas y más de un mes en el que sólo pudo tomar suero como alimento. Está de baja laboral desde el día de los hechos.

El fiscal pide para él tres años de cárcel por un delito de lesiones, un año y tres meses por amenazas y nueve meses de prisión por resistencia y desobediencia.

Nuestra opinión:

Kurtz, el personaje de Joseph Conrad en EL CORAZON DE LAS TINIEBLAS, al final del relato según nos relataba el capitán Marlowe, decía los que había descubierto: ¡EL HORROR! ¡EL HORROR! Aquí podríamos parafrasearlo diciendo ¡EL RACISMO! ¡EL RACISMO!

Leamos con detenimiento la noticia:

”Un joven de origen magrebí y nacionalidad española”. Es decir posiblemente un marroquí al que las permisivas y destructivas leyes actuales le han concedido el honro de la ciudadanía española. Aquí los periodistas políticamente correctos vuelven a cometer no ya un fallo gramatical, sino una absurdez lingüística: los magrebíes no son una etnia, el Magreb no es una raza, es una región geográfica, pero claro no se atreven a decir marroquí, ni mucho menos moro, perteneciente al antiguo reino de Mauritania.

Pero sigamos, el magrebí nacionalizado, saca una navaja intenta pinchar al conductor y viajeros, intenta agredir a la policía, y su defensa es simple, sencilla, “son unos racistas”, y se queda una sonrisa de beatitud, con los parabienes de los oenegetas de turno, que de momento no han dicho nada, pero pueden hacerlo no tardando mucho. Es la lección que le han enseñado: “cuando te pase algo, tu siempre acusa al español de racista, se rilara patas abajo y tendrás todo ganado”.

Evidentemente es un acto de racismo, pero de racismo antiespañol. Lo que ocurre es que según lo políticamente correcto, solo es racismo si la víctima es inmigrante, si el inmigrante es el agresor y la victima española, es un delito de orden público, y si encima el inmigrante agresor acusa a la victima de racista, entonces la victima llevara las de perder.

Nunca hemos visto cuando los muertos han sido los españoles en actos de racismo antiespañol, a Esteban Ybarra, a Antonio Puertas y Juan Miralles -de Almería Acoge- ni al cura Miranda, del mismo colectivo, ni a Vanesa Segura, de IU, ni a Mariano Junco o Miguel Moya, de los colectivos independentistas, ni a nadie del PSOE, ni del PP, solidarizarse con las familias de los españoles muertos o agredidos y por supuesto nunca condenan el racismo antiespañol. Y es que para ellos el español solo tiene el derecho de aguantar, de mantener a políticos estafadores y canallas, y por supuesto de mantener a la inmigración.

¡EL RACISMO ANTIESPAÑOL: EL HORROR!

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